El músculo como seguro de vida: ¿por qué entrenar fuerza te da salud financiera a largo plazo?

Oficialmente mi abuela abandonó este plano. (Que en paz descanse)

No es la primera vez que enterramos a un miembro de la familia en desahucio clínico. Para serles franco la enfermedad crónica es un patrón recurrente en mi familia.

Patrón que decidí romper hace mucho tiempo cuando me prometí a mi mismo no volver a enfermar ni envejecer mal y ser una carga para mi familia.

Los últimos días desde marzo han sido una tortura para mi madre, tu no sabes lo que es tener que lidiar con una persona en estado decrépito hasta que te toca.

El impacto emocional, mental y económico se hace notar.

La primera vez que mi madre me dijo “No tengo dinero” fue porque estaba pagando los gastos clínicos de un tío.

Me marcó de por vida.

Después fui creciendo y enterrando a mis ti@s abuel@s uno a uno. Siempre con la carga financiera que conlleva el mantener -y tratar de reavivar- un cuerpo que claramente no tuvo el cuidado necesario.

La gente minimiza el hecho de no tener una rutina de hábitos saludables, creen que cuando hablo exagero, que cuando insisto en cuidarme soy egoísta.

Egoísta es que te hayas descuidado tanto que luego pases esa carga a otras personas.

Ya no vivimos en los tiempos de nuestros abuelos y padres, hoy nosotros si somos conscientes de lo que podemos y debemos hacer por nuestra salud.

Aún así, hay muchas personas que lo único que hacen es trabajar más y más para después pagar la cama más cara de todas…la del hospital.

Cada vez son más las personas trabajadoras enfermas, agotadas, con dolores de cabeza, somatizando malestares y normalizando el consumir medicamentos.

Acuérdate que tienes dos opciones:

  1. Comienzas a entrenar, comer mejor y mejorar tus bioindicadores de salud.

  2. No haces nada y luego te gastas todo tu patrimonio -algunas hasta tienen que vender su casa- en atenderte en tu lecho de muerte.

Tú decides.

Te propongo:

  • En vez de gastar en golosinas invertir en tu nutrición.

  • En vez de trabajar hasta matarte aprender a que tu dinero trabaje por ti.

  • En vez de buscar un seguro de vida, cómprate unos kilos de masa muscular.

Come bien, entrena, cuídate, invierte.

Sánate Primero.
Págate Primero.
Sálvate Primero.

Víctor Hugo.

Compré mi seguro de vida hace más de 10 años, hoy te vengo a ofrecer la oportunidad de que hagas lo mismo. Para comenzar con mi protocolo de entrenamiento responde a este correo con “FX”.

No pienso dejar de trabajar nunca, pero si que pienso poner a trabajar más mi dinero que nunca se cansa. Para comenzar a ordenar tus finanzas e invertir responde a este correo con “FORTUNA”.